La diarrea aguda es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo, sólo superada por las infecciones respiratorias, y una de las principales causas de mortalidad en niños menores de cuatro años, especialmente en la etapa de desarrollo.
La diarrea que dura menos de dos semanas se denomina diarrea aguda. La diarrea persistente dura entre 2 y 4 semanas, también llamada diarrea crónica
Síntomas
Las heces diarreicas suelen describirse como sueltas o acuosas. Algunas personas consideran que la diarrea es un aumento del número de deposiciones, pero la consistencia de las heces es realmente el sello distintivo.
Los síntomas asociados pueden incluir calambres abdominales, fiebre, náuseas, vómitos, fatiga y urgencia. La diarrea crónica puede ir acompañada de pérdida de peso, desnutrición, dolor abdominal u otros síntomas de la enfermedad subyacente. Las pistas de la enfermedad orgánica son la pérdida de peso, la diarrea que le despierta por la noche o la presencia de sangre en las heces.
Causas – Diarrea aguda
La mayoría de los casos de diarrea aguda están causados por virus (gastroenteritis vírica). Los más comunes en los niños son el rotavirus y en los adultos la norovirus.
Causas – Diarrea crónica
La diarrea crónica se clasifica como grasa o de malabsorción, inflamatoria o más comúnmente acuosa. La diarrea crónica con sangre puede deberse a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que es la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Otras causas menos comunes son la isquemia intestinal, las infecciones, la radioterapia y el cáncer de colon o los pólipos. Las infecciones que provocan una diarrea crónica son poco frecuentes, a excepción de los parásitos.
Las dos causas principales de la diarrea crónica son el deterioro de la digestión de las grasas debido a niveles bajos de enzimas pancreáticas y el deterioro de la absorción de las grasas debido a una enfermedad del intestino delgado.
El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección que suele estar asociada a la diarrea, al estreñimiento o, más frecuentemente, a la alternancia de diarrea y estreñimiento. Otros síntomas comunes son la hinchazón, el dolor abdominal que se alivia con la defecación y la sensación de evacuación incompleta.
Diagnóstico
La mayoría de los episodios de diarrea aguda se resuelven rápidamente sin terapia antibiótica y con simples modificaciones en la dieta. Acuda al médico si se siente mal, tiene diarrea con sangre, dolor abdominal intenso o diarrea que dura más de 48 horas.
En los pacientes con diarrea aguda leve, no se necesita una evaluación de laboratorio porque la enfermedad suele resolverse rápidamente. El médico puede realizar pruebas de heces para detectar bacterias y parásitos si la diarrea es grave o sanguinolenta o si ha viajado a una zona donde las infecciones son frecuentes.
Si tiene diarrea crónica, su médico querrá evaluar más a fondo los factores etiológicos o las complicaciones de la diarrea obteniendo varias pruebas. Estas pueden incluir un recuento sanguíneo para buscar anemia e infecciones, un panel de electrolitos y función renal para evaluar las anomalías electrolíticas y la insuficiencia renal, y la albúmina para evaluar su estado nutricional.
Una muestra de heces puede ayudar a definir el tipo de diarrea. La presencia de grasa, cantidades microscópicas de sangre y glóbulos blancos ayudarán a determinar si se trata de una diarrea grasa, inflamatoria o acuosa. Un cultivo bacteriano y estudios de óvulos/parásitos de una muestra de heces también ayudarán a determinar si existe una etiología infecciosa.
Tratamiento
Es importante tomar mucho líquido con azúcar y sal para evitar la deshidratación. La sal y el azúcar juntos en una bebida ayudan al intestino a absorber los líquidos. La leche y los productos lácteos deben evitarse durante 24 a 48 horas, ya que pueden empeorar la diarrea. Las opciones dietéticas iniciales cuando se hace una realimentación deben comenzar con sopas y saldos.
El tratamiento farmacológico antidiarreico puede ser útil para controlar los síntomas graves, e incluye subsalicilato de bismuto y agentes antimotilidad como la loperamida, Megasmect.
Desde senior-community te aconsejamos que consultes con tu médico. Podrá recitarte antibióticos si tienes fiebre alta, disentería o diarrea del viajero de moderada a grave. Algunas infecciones, como la Shigella, requieren siempre un tratamiento antibiótico.
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